lunes, 30 de mayo de 2011

Contexto donde surge el Romantiscismo

Para comenzar este interesante recorrido por el mundo del Romanticismo, los invitamos a ver este video que les dará una visión general de lo que pasa en ésta época

domingo, 29 de mayo de 2011

ESCULTURA

Según Novotny, términos como ‘romanticismo’ o ‘realismo’ son difícilmente utilizables en sentido preciso para referirse a la escultura del siglo XIX. Sólo se puede hablar, en su opinión, de ‘romanticismo’ en un sentido literario, en relación con las temáticas elegidas por los escultores. Evidentemente, aquella filosofía sentimentaloide de la vida del primer romanticismo que se trasluce en la idea del Jardín Inglés también se reflejó en las esculturas incluidas en tales jardines, así como también en la escultura funeraria ; pero eso no era propiamente ‘escultura romántica’. Además, si entendemos por ‘romanticismo’, como en otros géneros artísticos, profundidad de contenido e independencia de los modelos del pasado, entonces hay que decir que la escultura de la época nunca se aventuró más allá de la esfera de lo subjetivo, es decir, de lo puramente narrativo.
*        François RUDÉ (1784-1855): Partidario de Napoleón, tuvo que emigrar a Bélgica tras la caída del Emperador en 1814, y no regresó a Francia hasta 1827. Es autor de algunos de los relieves que se encuentran en el Arco de Triunfo de L’Étoile, en París. Su obra es bastante mediocre, aunque agradable de ver.

*        Jean-Louis-André-Théodore GÉRICAULT (1791-1824): Más conocido como pintor [véase]. Sus escasas esculturas no pueden ser consideradas estrictamente como ‘románticas’ ; no obstante, consiguen expresar un cierto sentimiento de ‘infinitud’ de una manera tal que destacan de otras esculturas de la época.

PROFUNDIZANDO EN EL ROMANTICISMO DE ALEMANIA

Los NAZARENOS: Precursores del ‘romanticismo’ pictórico propiamente dicho. Intentaron dar cumplimiento al ideal de la fusión de religión y arte. El grupo se formó en Viena en 1809, y con el nombre de ‘Lucas-Bund’ se establecieron en un monasterio romano a partir de 1810. En sus lienzos siguieron desarrollando la técnica dogmática del ‘clasicismo programático’ ; en realidad, la única razón de clasificarlos dentro del romanticismo, como generalmente suele hacerse, radica en su interés por la temática religiosa:

·         Peter von Cornelius (1783-1867): Practicó la pintura al fresco y se consagró a evocar el pasado alemán en grandes composiciones, la más conocida de las cuales es el ‘Ciclo de los Nibelungos’.

*        El BIEDERMAIER: Arte ‘naturalista’, cuyos autores, que solían decir “la naturaleza es nuestra maestra”, deberían, en opinión de Novotny, ser calificados más bien de artesanos:

·         Ferdinand G. Waldmüller (1793-1895): Profesor de la Academia de Viena desde 1829. Estilo minucioso, casi fotográfico, exponente típico del gusto burgués de la época. Se dedicó sobre todo al retrato, pero también pintó escenas de género, bodegones y paisajes ; en estos últimos se aproximaba al estilo del grupo francés de Barbizon.


Paisaje invernal (1811): Representa la esperanza de salvación del alma a través de la fe cristiana. En primer término, un inválido ha abandonado sus muletas y se apoya en una roca alzando sus manos en oración delante de un crucifijo. Las rocas y los abetos pueden interpretarse como simbolizando la fe, y la catedral gótica que aparece como una visión a través de la niebla evoca la promesa de vida

Caspar David FRIEDRICH (1774-1840): Uno de los máximos exponentes de la paisajística romántica alemana. Nacido en Pomerania, que pertenecía entonces a Suecia, acabó estableciéndose en Dresden y asociándose con los estudiosos y poetas románticos de esa ciudad. Se ganó una sólida reputación como autor de grabados y sepias paisajísticos antes de iniciarse en el óleo (1808-12). Fue elegido miembro de las Academias de Berlín (1810) y Dresden (1816). En 1824 fue nombrado Profesor Asociado de Paisajística en esta última institución. De naturaleza enfermiza, dejó de pintar tras sufrir un ataque en 1835.

*        Philipp Otto RUNGE (1777-1810): Estuvo relacionado con Tieck y con Goethe. Pintó composiciones sentimentales de carácter romántico, como, por ejemplo, ‘La lección del ruiseñor’, que le dieron nombre. 

PROFUNDIZANDO EN EL ROMANTICISMO DE INGLATERRA

El ‘Fighting Temeraire’ (anterior a 1839): El ‘Temeraire’, vencedor en Trafalgar, se dirige hacia su desguace. Con la puesta de sol Turner pretende simbolizar el final del viejo buque de guerra ; la barcaza de vapor que se le cruza en su camino, por el contrario, es más pequeña y de aspecto más prosaico. Turner contaba más de 60 años cuando realizó este cuadro. Turner utilizó gran variedad de pinceladas: impasto para resaltar los rayos de sol sobre las nubes y un detallismo riguroso en todo lo concerniente al barco. El crítico John Ruskin comentó lo siguiente acerca de esta pintura: “El Temeraire es la última pintura donde la ejecución de Turner es tan firme y perfecta como si correspondiera a la mitad de su vida, la última en que las líneas que requieren una precisión exquisita, tales como las correspondientes a los mástiles y vergas del navío, son dibujadas con decisión y de un solo trazo, Sustituye el color convencional por una presentación directa y pura  de una manera previamente insospechada, pero en todo caso brillan-te, hermosa e inimitable”.

Joseph Mallord William TURNER (1775-1851): El más apreciado artista romántico inglés. Se le conoce como ‘el pintor de la luz’, por el creciente interés que mostró por la utilización de colores brillantes como el componente más importante de sus paisajes y marinas. Su obra incluye acuarelas, óleos y grabados. En 1840 conoció al crítico John Ruskin, quien acabó convirtiéndose en el más acérrimo defensor de su obra. Viva-mente interesado por los avances tecnológicos de su época, los reflejó en algunas de sus pinturas de una manera expresiva que fue criticada en su día, pero que hoy goza del general beneplácito.

El carro de heno (1821): Frecuentemente reproducido, constituye tal vez la obra más conocida de Constable. Visionando el cuadro se hace evidente que su autor conocía a fondo la obra paisajística de los artistas flamencos del siglo XVII, como Rubens, cuyo Het Steen emplea prácticamente la misma disposición de los elementos significativos.

John CONSTABLE (1776-1837): Pintor inglés famoso por sus paisajes, todos ellos localizados en la campiña de Suffolk, donde el artista nació y pasó la mayor parte de su vida (sólo lo abandonó con motivo de una corta estancia en Salisbury y durante su luna de miel en Weymouth). Hizo muchos apuntes del natural, que luego le sirvieron para sus grandes cuadros, que elaboraba en estudio. Sus pinturas continúan gozando de bastante aceptación en la actualidad ; sin embargo, no fueron especialmente bien recibidas en Inglaterra en vida de su autor. Obtuvo, no obstante, un éxito considerable en París. Expuso a partir de 1802 en la Academia Real de Londres, y más tarde en el Salón parisiense. Tuvo influencia en la Escuela de Barbizon y en el movimiento romántico francés. A su vez fue influido por artistas holandeses como Ruisdael. También le resultaron útiles como modelo algunos cuadros de Rubens y Claude ; eso no impidió que su estilo se caracterizase por un individualismo marcadamente original.

*        Los PRERRAFAELISTAS: La ‘Hermandad Prerrafaelista’ fue un movimiento artístico inglés del siglo XIX fundado en 1848 por Holman Hunt, Millais, Rossetti y otros, que compartían el ideal de emular o recrear obras inspiradas en la pintura italiana anterior a la obra madura de Rafael. En realidad esos artistas no conocían suficientemente bien el arte italiano de ese período ; en consecuencia, desarrollaron una técnica innovadora, extremadamente detallista, que con frecuencia aplicaban a temas bíblicos o literarios. Todos estos cuadros se caracterizan por un trabajo meticuloso con colores vivos sobre un fondo blanco húmedo, un simbolismo complejo y el análisis de personajes fuera del estudio. Su labor fue aclamada y defendida por críticos tales como Ruskin:
 
·         William Holman Hunt (1827.1910): Expuso los postulados del grupo en su libro ‘El prerrafaelismo y la hermandad prerrafaelista’ (1905). Realizó numerosos viajes por Egipto y Palestina y pintó escenas bíblicas de cuidada ambientación, en perfecto acuerdo con los principios de su Escuela. Su lienzo ‘Luz del Mundo’ (1854) causó gran impresión al ser expuesto por vez primera.
·         John Everett Millais (1829-1896): Alcanzó fama y popularidad por sus lienzos de tema histórico y literario, en los que el realismo se combina con cierta tendencia arcaizante. En la actualidad lo que más se valora de su producción son los retratos.
·         Dante Gabriel Rossetti (1828-1882): Poeta y pintor. Principal inspirador de la Hermandad prerrafaelista.




PROFUNDIZANDO EN EL ROMANTICISMO FRANCÉS

Ovidio entre los Escitas (1859): La temática, muy cara a este pintor, se refiere a la incomprensión de la autoridad para con el genio. El fondo paisajístico con altas formaciones montañosas acentúa sobremanera la sensación de profunda melancolía que el artista pretende comunicar.


Ferdinand Victor-Eugène DELACROIX (1798-1863): Principal exponente del ‘romanticismo’ en la pintura francesa. Discípulo (1816-23) del pintor neoclásico Pierre Guerin, también maestro de Géricault. Expuso por primera vez en el Salón parisiense de 1822. Su estilo refleja el de otros pintores con los que estaba familiarizado, entre otros, Rubens. Delacroix fue un gran admirador de la pintura inglesa y visitó Inglaterra el año 1825. En 1832 viajó a España, Marruecos y Argelia. Después de la revolución de 1830 gozó del favor de Luis Felipe de Borbón, y más tarde de Napoleón III, quien le encargó oficialmente una serie de obras, empezando con la decoración del Palais Bourbon (1833). Delacroix expuso por última vez en el Salón de 1859.



Caballo aterrorizado por un rayo (~1812): Probablemente se trata de una obra temprana, uno de los múltiples estudios sobre equinos que ejecutó el artista por aquel entonces. Muchos de estos cuadros estaban destinados a ser expuestos en el Salón de 1812. Las patas del animal destacan sobre el paisaje del fondo, y el cuerpo se encuentra sobre un fondo oscuro de nubes que ocupan la mayor parte del cielo. El centro de la tempestad está representado hacia la derecha, donde la cabeza del caballo aparece en relieve por encima de las nubes.

Jean-Louis-André-Theodore GÉRICAULT (1791-1824): Pionero del romanticismo pictórico francés. Amaba los caballos y por ello los reflejó profusamente en su obra en actitudes dramáticas. Alumno de Carl Vernet (1808-10), cuyo taller abandonó comentando: “Uno de mis caballos podría devorar a seis de los suyos”, para unirse al pintor neoclásico Paul Guerin, más tarde maestro también de Delacroix.


Géricault fue influido por la temática militar presente en la obra del Baròn Gros, así como por cuadros expuestos en el Louvre, entre otros los de Rubens y los pintores renacentistas venecianos. Visitó Italia en 1816-17, lo cual intensificó su aprecio por la obra de Miguel Angel. A su regreso a París realizó su obra más famosa, La balsa de Medusa (Louvre), que fue exhibida en el Salón de 1819. Admirador del arte británico, igual que su compatriota Delacroix, visitó el Reino Unido en 1820-21. Volvió a su país con problemas de salud irreversibles. En sus últimos años pintó, por encargo de un amigo, una serie excepcional de retratos de los internos en un asilo de lunáticos.




EL ROMANTICISMO EN LAS ARTES



El término romántico se aplica con sentido descriptivo a un cierto tipo de arte, literatura y música, principalmente de principio del siglo XIX, que comparte una serie de características: individualismo, emoción abierta, dramatismo y afinidad con la naturaleza. El poeta Baudelaire lo define como “... intimidad, espiritualidad, color, aspiración hacia el infinito, expresados por todos los medios que permite el arte”. En ese sentido se le suele compara con su término opuesto, ‘clasicismo’, que por lo general se suele referir, en este contexto, a la tradición ‘académica’. Durante el siglo XVIII, la tendencia denominada ‘neoclasicismo’ se planteó, como es sabido, como una recuperación (revival) de los valores clásicos de las artes plásticas y de la arquitectura. Ese concepto implicaba tanto al arte de la Antigüedad Clásica, especialmente su escultura y su arquitectura, como a los artistas de los siglos XVI y XVII que se habían inspirado en aquellos modelos. De todas formas, la diferencia entre ‘clasicismo’ y ‘romanticismo en el arte no queda en absoluto clara, teniendo en cuenta que algunos artistas considerados propiamente ‘románticos’ como Constable o Turner, se inspiraban a su vez declaradamente en modelos clásicos.


Un ejemplo muy ilustrativo de esto es el cuadro del pintor romántico inglés Turner titulado ‘Dido construyendo Cartago’ (1815), directamente emparentado con ‘El embarque de la Reina de Saba’ (1648) [véase], del artista barroco francés Claude ; el propio Turner exigió que ambos cuadros fuesen exhibidos juntos en la National Gallery de Londres. En la obra del francés nos encontramos con una composición rigurosamente organizada, ‘clásica’ ; hay una perspectiva simple con un único punto de fuga. El lienzo está dividido en cinco partes, formando una trama en la que se distribuyen tanto las arquitecturas como el horizonte. A Turner, por el contrario, como buen ‘romántico’, no le preocupa tanto la exactitud de las proporciones ; en si cuadro los puntos de fuga son múltiples, y la artificiosa utilización de la luz consigue transmitir la sensación de un ambiente opresivo y humano al mismo tiempo, cosa que no ocurre en el lienzo de Claude, ni tampoco se pretende.
Por otro lado, resulta prácticamente imposible delimitar el momento exacto en que acaba el ‘neoclasicismo’ y da comienzo el ‘romanticismo’, y hay autores (Goya, Beethoven, Schubert, Boullée, Blake, etc.) que fácilmente podrían adscribirse a ambos períodos de manera indistinta. En este sentido, Robert Rosenblum opta por subdividir el período ‘neoclásico’ en varias tendencias artísticas en función de las temáticas que se pueden observar en cuadros y esculturas:
a)      Neoclásico horrendo: El arte como vehículo para expresar los impulsos más arrebatadamente románticos; tiene mucho que ver con los primeros escalofríos del horror ‘gótico’ que sacudió el arte británico de la década de 1770.
b)     Neoclásico erótico: Se recrean algunos aspectos del imperio de Venus que ya habían explorado los artistas del Rococó, tanto placenteros como trágicos.
c)     Neoclásico arqueológico: Reconstrucción lo más fidedigna posible de escenas históricas o legendarias de la Antigüedad clásica.
Las modalidades 1a y 3a tuvieron su continuidad en la época ‘romántica’, aunque con las consabidas variaciones. Así, por ejemplo, el Romanticismo tendió más a imitar la Edad Media que la Antigüedad.
 
1)      La música
            Durante el Siglo de las Luces esta modalidad artística fue generalmente relegada a un segundo plano por los estéticos: no era considerada más que un simple juego de sonoridades destinado a proporcionar diversión al espíritu por medio de los sentidos. Eso es lo que afirmaba Kant en la ‘Crítica del Juicio’, y a esa interpretación se adhirieron con pocas variaciones el primer Herder (que luego cambiaría de punto de vista, decantándose hacia el bando ‘romántico’), Winckelmann y Lessing, todos ellos defensores acérrimos del ‘neoclasicismo’. La escuela romántica, por el contrario, para la cual, como hemos apuntado más arriba, las distintas artes constituían manifestaciones particulares de un principio de actividad único y misterioso en su esencia, concedió a la música un lugar preeminente, ya que, como afirmaban teóricos de esa tendencia, como Wackenroder o Tieck, “... liberada de las limitaciones de la razón, de toda imagen o de todo concepto preciso, puede, mejor que todas las demás artes, expresar el secreto del universo, ser evocación del mundo de los espíritus, del infinito, de lo absoluto”.
            Las ideas básicas para esta ‘filosofía musical’ están sacadas de las mismas fuentes que las de todo el movimiento romántico, a saber, de los escritores del Sturm und Drang, para los cuales, efectivamente, la música era la expresión directa, sin concepto, de la emoción. Estas ideas, que ya se hallan presentes en filósofos como Fichte y Schelling, se plasman, en lo que a la música se refiere, en el pensamiento del famoso escritor E.T.A. Hoffmann (1776-1822), que hemos citado ya más arriba, él mismo pianista, compositor y director de orquesta, para el cual el músico era algo así como un ‘sacerdote’, el único capaz de interpretar el jeroglífico de la naturaleza viviente, cuyo mensaje recibía en virtud de una especie de ‘poder mágico’. Sólo la música podría, según él, hacer posible aquel postulado de Schlegel que decía: “Reunir en un solo haz todos los rasgos de la cultura”. En función de ese ideal evolucionaron las técnicas orquestales y la armonía a lo largo de todo el siglo XIX, quebrantando poco a poco el marco tonal ; la ‘obra de arte total’ que Wagner perseguía con sus óperas constituiría el escalón final de ese proceso.
Lo que conocemos como Escuela Romántica en música se presenta, siguiendo a Percy A. Scholes, como un movimiento que comienza con Weber y es retomado más tarde por Mendessohn, Schumann y Wagner en Alemania y Berlioz en Francia, junto con el franco-polaco Chopin y el húngaro Liszt, por citar sólo a primera figuras (músicos menos interesantes desde el punto de vista formal, como Rossini, Donizetti, Verdi –la ‘ópera romántica italiana’ en general- o incluso Paganini también forman parte de la misma concepción estética). Entre Weber y Mendelssohn se sitúa el período conocido por Biedermaier, cuya superficialidad y efectismo técnico concuerda en sus características con el período pictórico del mismo nombre [véase]. Se supone que el romanticismo musical comenzó hacia el año 1800, por lo cual algunos autores incluyen en la lista a Beethoven y a Schubert ; no obstante, hay que tener en cuenta que el componente clásico de esos autores es bastante más significativo que el romántico, y por ello conviene más adscribirlos al ‘clasicismo’. Son los inconvenientes de las cronologías estrictas, y más en música, cuyo concepto comporta ya de por sí una fuerte carga de ‘romanticismo’.
            Este movimiento estaba totalmente integrado con la tendencia que, procedente de la Literatura, se estaba adueñando del ámbito cultural europeo aproximadamente por las mismas fechas en otros campos artísticos, especialmente en Alemania y Francia. De hecho, los compositores románticos estaban vivamente interesados por lo literario ; así, Weber y Wagner se inspiraron en leyendas del Norte de Europa, Schumann utilizó para sus composiciones motivos sacados de la literatura romántica pseudo-filosófica de su época, Chopin utilizó profusamente la obra del poeta polaco Mickiewicz y Liszt ponía en música a Lamartine y a los pintores románticos franceses. A esta impronta literaria habría que añadir las ideas nacionalistas aparecidas en Europa desde la época de las guerras napoleónicas ; así, Weber, Schumann y Wagner intentaban plasmar ‘lo alemán’, Chopin ‘lo polaco’, Liszt ‘lo húngaro’, y más tarde se desarrollaría una rama romántica claramente ‘nacionalista’, con compositores de la talla de Dvorák (Bohemia) o Grieg (Noruega). El movimiento romántico, en eterno enfrentamiento con las tendencias ‘formalistas’, se extendió hasta los albores del siglo XX con autores como Richard Strauss, Elgar, MacDowell, etc., para ser sustituido entonces por el ‘impresionismo’ y otras tendencias antirománticas (hay quien se refiere, no obstante, a un cierto ‘neo-romanticismo’, detectable en compositores posteriores como Schönberg y otros).
                
2)    La Pintura
            Lo que más distingue a los pintores románticos es su afición por reflejar el paisaje, y en esa paisajística se suele intentar reflejar, como apunta Fritz Novotny, el ‘infinito’ y lo ‘inconmensurable’ ; este extremo se halla implícito tanto en las reflexiones de los teóricos, poetas y pintores como en los propios cuadros.. Lo dicho no significa, ni mucho menos, que los paisajistas del período inmediatamente anterior (‘neoclásico’) no se percatasen de lo ilimitado del paisaje ni trataran de expresarlo de alguna manera en sus obras ; sin embargo, en el clasicismo este sentimiento y esta actitud siempre se encontraron limitados por la disciplina académica: la insistencia en los detalles individuales no dejaba espacio para percibir de un modo cabal la amplitud y la grandeza. En ese sentido se podría considerar a la paisajística romántica como una continuación y un complemento del paisaje clasicista, desde el momento en que el propio concepto de ‘paisaje’ es en sí mismo ‘romántico’. El paisajismo romántico revista las siguientes cualidades.
a)      Expresar de forma sencilla la monotonía y la inmensidad de los elementos de la naturaleza
b)     Nueva actitud del ser humano ante el mundo natural ; más que intentar dominarlo, se adopta un papel contemplativo.


Romanticismo Musical


Periodo de la historia de la música que abarca aproximadamente el siglo XIX, con diferentes expresiones estéticas incluidas en el mismo, y que destaca la imaginación y la fantasía en si mismas. Este movimiento responde a la crisis de la concepción iluminista de la música. La música se inspira en la naturaleza. Se realza la individualidad el subjetivismo y la emoción, el humanismo, la identidad nacional y la componente revolucionaria, y la mitificación de la Edad Media. El Romanticismo abarca todo el siglo XIX aunque con anterioridad, en Beethoven se empiezan a percibir características que van perfilando este nuevo periodo. Puede decirse que la transición del Clasicismo al Romanticismo se produjo sin brusquedad, como si éste fuera el resultado de la evolución natural del estilo clásico. Los compositores de este periodo, en cambio, encontraron una situación histórica y cultural más favorable que les permitió dotarse de un bagaje cultural más amplio; el músico se liberó de la dependencia de componer o interpretar para la iglesia o para algún que otro príncipe o valedor. Asimismo, la burguesía se emancipó, las ciudades incrementaron su población considerablemente. En consecuencia, la afición por las actividades culturales en general y la música en particular hizo aumentar considerablemente la demanda de música y de intérpretes. Esto amplió el abanico de posibilidades para que los músicos pudieran ejercer su arte con mayor independencia y con mayores posibilidades de éxito. El siglo XIX, y el romanticismo en particular, asistió a un gran número de manifestaciones musicales.

GEORGES BIZET
Francia [1838-1875]
Nacido en París, el 25 de octubre de 1838. Creció en el seno de una familia de músicos. Su obra está impregnada de exotismo, una de las vertientes aventureras del espíritu romántico. Se formó desde niño en el Conservatorio. Estudió piano con Marmontel, órgano con Benoist y composición con Jacques Halévy. Recibió varios premios por sus obras, por lo que permaneció en Roma durante tres años. Al regresar se propone componer sólo óperas. A pesar de ésto, su estreno de “Los pescadores de perlas” no alcanza el éxito. Llevó una vida humilde como compositor casi desconocido. Tras el estreno de “La Arlesiana” obtuvo cierto renombre y éxito. Así, comenzaron a llegar algunos encargos como el de la Ópera Comique, para la cual compone su obra maestra, “Carmen”. El fracaso -inexplicable para Bizet- de Carmen la noche de su estreno aceleró su muerte. Falleció a los 37 años en París, el 3 de junio de 1875.
HÉCTOR BERLIOZ
Francia [1803-1869]
Compositor romántico por excelencia, fue un destacado innovador del género sinfónico. Nació el 11 de diciembre de 1803 en Cóte-Saint-André, Francia, en pleno período napoleónico. Su padre era un médico de provincias que no confiaba en el futuro de su hijo como compositor. Fue un creador cuyo obstáculo fue la intransigencia de la mayoría de los músicos en casi todos los temas, desde su apoyo al uso del saxofón o a la nueva visión dramática de Wagner. Su vida fue excéntrica y apasionada. Ganó el Premio de Roma, el más importante de Francia en aquel momento, por una cantata hoy casi olvidada. Su obra musical es antecesora de estilos confirmados posteriormente. El compositor defendió sus postulados de música programática como columnista. Tuvo un éxito relativo en las principales capitales europeas donde estrenó su obra y una menor suerte en su propio país. También escribió un Tratado de Instrumentación que reeditó y corrigió Richard Strauss.

lunes, 23 de mayo de 2011

Pintura y Escultura Romántica


En el siglo XIX se producen dos movimientos opuestos en la pintura:
  • Pintura neoclásica: se basa en la razón.
  • Pintura romántica: se basa en los sentimientos.
Los primeros años del siglo XIX estuvieron dominados por la vertiente neoclásica. El cambio se produjo cuando los filósofos alemanes, como Kant, empezaron a hablar de lo subjetivo y del sentimiento.
No hay una filosofía del romanticismo definida, ni tampoco cronología exacta. Es una consecuencia de una nueva sensibilidad y una nueva forma de ver la sociedad donde se aspira a nuevas formas de expresión y ya se han liberado las estructuras sociales en la que ese nuevo hombre que surge se asienta.
Además, hay una exaltación épica de las grandes victorias napoleónicas (ya que las derrotas finales no logran empañarlo). Como consecuencia surge el mito del hombre.
Los artistas y poetas se emocionan con la posibilidad de representar lo subjetivo, que puede ser la exaltación del héroe, o luego, con las derrotas, la exaltación del combatiente.
Por tanto, el arte romántico surge a consecuencia del giro y del cambio. Nace como un arte revolucionario, que aspira a conseguir cambios sociales, culturales, políticos...

Pregunta:
¿Crees que el romanticismo logró el objetivo que motivó su surgimiento?
Los pintores del Romanticismo más importantes son Teodoro Gericault y Delacroix.
Teodoro Gericault

Teodoro Gericault atesora las características típicas del pintor romántico:
  • Es un artista disconforme con su entorno.
  • Tiene una personalidad melancólica.
  • Se encierra en la incomprensión, cayendo a veces en la locura.
  • Tiende a la crítica de lo que le rodea.
Gericault tuvo una infancia difícil. La revolución acrecentó este malestar, lo que despertó en él un carácter sensible.
Marchó a París a corta edad y allí asistió al taller de un pintor enteramente clasicista, con el que no se identificó.
Acudió a diferentes sesiones de París, donde descubrió a Goya, cuya técnica le fascinó y también admiró el tenebrismo de Caravaggio.
Una de sus principales obras es:



Retrato de un oficial de la Guardia Real a caballoEn esta pintura se produce la exaltación de la guerra. Utiliza una técnica bastante nueva ya que se rompe la estructura clásica. Pinta el caballo en diagonal hacia el fondo y muestra una indefinición del espacio pictórico que lo rodea. También le da mucha importancia al color.
En las obras de Teodoro Gericault tienen gran relevancia los caballos, ya que éstos representan una fuerza vital bruta, lo que sirve como vehículo para reconciliar la monumentalidad y la veracidad del arte clásico.
Dos años más tarde Gericault marcha a Italia. De esta época es su obra:
Muerte de HipólitoEs una buena muestra de un momento de su vida especialmente tormentoso.
La estancia en Italia le da el conocimiento directo y admiración por Miguel Ángel y Rafael, de los que extrae sus desnudos escultóricos.
En Roma, toma su inspiración para representar fiestas populares de Roma, sobre todo el Carnaval, y siempre aparece el caballo como protagonista:
Carrera de caballos salvajes de RomaEl autor escoge el momento frenético en el que los caballos van a comenzar a correr.
Los esclavos tratando de parar la carrera de caballosEn esta pintura concilia lo que es un friso narrativo y las formas clásicas (como relieves en los cuerpos). Hay un gran movimiento.
La doma de los torosTiene las mismas características. El paisaje urbano se cambia por uno rural. Se representa el encuentro de la fuerza bruta del animal con el hombre (razón).
Gericault vuelve a París y se coloca en la oposición: critica el régimen de la Restauración, también en lo artístico. En este aspecto es en el que se acerca más a la forma de hacer de Goya.
El pintor, tiene una curiosidad insaciable por lo que ocurre a su alrededor, y tiene predilección por representar escenas violentas como forma de protesta.
La Balsa de MedusaGericault se inspira en un hecho real en el que por error del comandante de una embarcación se produce un naufragio. Por tanto, el tema es histórico y real.
¿Qué pretende Gericault con este cuadro? Denunciar públicamente la incompetencia de algunos oficiales que están apoyados desde el poder no sólo por amistad o por conveniencia, sino también por favoritismo.
Gericault escoge en esta pintura el momento en que la esperanza hace su aparición, ya que se vislumbra a lo lejos un barco y un hombre se levanta para hacer señales.
Otras obras suyas son Carrera de caballos y Paisaje de amanecer frío.
También realizó retratos, interesándole mucho por los tipos populares:
BandoleroPinta al bandolero con patillas, una imagen bastante real.
 El loco asesinoEs un retrato psicológico magnífico. Emplea tonalidades frías.

Delacroix

Delacroix es el pintor romántico por excelencia. Es la personalidad de un artista extraordinariamente culto, con buena fama en el ambiente artístico.
Fue el prototipo de artista inquieto cuyo valor se le fue reconocida en vida.
Se esforzó por mejorar los procedimientos pictóricos, la técnica de mezcla., etc.
Lo que mejor expresa es el intento de perfección con que Dante expresó el sentimiento profundo del dolor, del sentimiento exaltado...
Delacroix es el único pintor que representa en su época las pasiones de la época: liberalismo revolucionario, pesimismo byroniano, filohelenismo (pasión por Grecia) y orientalismo contemporáneo.
Algunas de sus obras son:
La barca de Dante Abre un viaje interior en el que se adentra el autor.

La matanza de Quios Cuadro en el cual repercuten las muertes de dos personajes importantes: Gericault y Byron.


Se trata de una composición bastante clásica en estructura, pero que se apoya mucho en el sentimiento. Se representan el poder (soldado turco a caballo), una mujer sin esperanza, una mujer con esperanza: la que medio muerta da de amamantar a su hijo para que sobreviva.
Esta obra supuso un escándalo para la crítica tradicionalista, pero un apoyo y punto de arranque para las siguientes generaciones.
Delacroix viaja a Inglaterra y allí se relaciona con Turner y Constable. Delacroix será punto de unión de la pintura francesa y el género del paisaje, donde se muestra la sensibilidad del autor hacia la naturaleza. También asiste a obras de teatro de Shakespeare.
Muere en la guerra su amigo Lord Byron, y este acontecimiento le inspira para crear su obra:
Grecia en pie sobre las ruinas de Missolonghi.
En él pinta una figura femenina simbólica que sale de la mina. También una mano sepultada entre las piedras (se dice que representa la del propio Byron).
Esta pintura sirve para representar un hecho histórico en clave de alegoría.


Cuando vuelve de Inglaterra hace cuadros de grandes dimensiones y muy diferentes:
Muerte de Sardanápalos
En este cuadro pinta al rey Sardanápalos que resiste el ataque encerrado con todas aquellas mujeres que habían sido sus favoritas. Se representan joyas, riquezas, desnudos, etc.


Este cuadro supuso un escándalo, pero a partir de él se convierte en el ídolo de los pintores jóvenes.
Decapitación del Dux de Venecia
Muestra en él la riqueza del escenario veneciano (parece que se inspira en Veronés). En esa pintura da una gran importancia a la luz y el color.


La libertad guiando al pueblo (imagen que aparece al inicio de este tema)
Delacroix se convierte en el intérprete del liberalismo revolucionario. Quiere expresar la exaltación popular, que puso fin al régimen de la monarquía restaurada. El autor tiene hacia este tema un sentimiento importante: libertad como independencia nacional.
La mujer que representa la libertad hondea la bandera tricolor, que es símbolo de libertad y de Francia.
Además, sella la unión de los descamisados y de los burgueses.
Este cuadro no es una alegoría porque sólo es alegoría la figura de la libertad. Podríamos decir que es puramente realista. No hay símbolos ya que la libertad va vestida con ropajes corrientes, sin la espada simbólica.

Pregunta:
¿Cómo distinguir una obra romántica?
¿Qué las caracteriza?